Lienzo de cabecera: Françoise de Felice
Joan Margarit, noche de junio
Cuando salí del cine ya había oscurecido.
En aquel viejo párking, sin luz, iba subiendo
la rampa áspera y sucia
porque había aparcado en la terraza.
Dentro de mí también era dura la cuesta:
eran aquellos días, los primeros sin ti.
Pero al llegar arriba, en la intemperie
había un cálido silencio
envolviendo la sombra de algún coche:
las baldosas rojizas, las barandas
de hierro, delicadas y sencillas, y latas con hortensias.
De repente, al salir a cielo abierto,
un velo se rasgó y surgió la noche
de un patio con sus limpias galerías
y sus iluminadas cristaleras.
Me detuve sintiéndote muy cerca.
Y sintiendo que ya, en cualquier instante
podría hacer surgir tesoros de la muerte.
Joan Margarit, "Noche de junio", Madrid, Hiperión, 2002
- Todas las pinturas son de la artista Nathalie Picoulet.
26 comentarios:
Como deciamos ayer. No es de extrañar que para homenajear a la mujer trabajadora, nos presentes estos maravillosos pasteles femeninos que rebosan de un realismo lleno de matices, luces, pliegues y veladuras, resaltando si cabe, a la mujer. Dibujos al más puro clasisismo actualizado por la magia de Nathalie Picoulet, que he descubierto por ti. El relato es hermoso pero me inquieta. Bienvenida Carmen, un fuerte abrazo.
Tu relato es bello pero el lugar descrito es turbador y escalofriante. La suciedad, la soledad, los ojos enormes de los coches y la noche, una noche serena pero oscura.
Lo importante: seguir. seguir adelante a pesar de no encontrar nada porque nada debe existir ya.
Las pinturas son tan puras como bellas.
Un abrazo, Carmen.
Me encanta estos trabajos tan personales y detallistas. Excelente...al igual que tu relato!
Saludos.
Ramón
Amiga Carmen, te agradezco que hayas traído estos versos de Joan Margarit, admiradísimo poeta que tuve el honor de tenerlo de profesor de la asignatura de Cálculo de Estructuras. No puedes imaginarte el placer de descubrir los arcanos de la resistencia de materiales explicados con la sensibilidad de un poeta magnífico como es Joan Margarit.
Salud
Frances Cornadó
La atmósfera que lo rodea, es el fiel reflejo de su alma que se mimetiza en cada cosa que observa y siente. Cuando la muerte nos visita y nos quita lo que amamos, observamos todo según los colores que nos dicta el corazón.
Al final de alguna forma intuye, que la grandeza del amor es un tesoro que nunca nos deja.
Las pinturas magníficas. Una delicia el juego de tonos escogidos, la deliciosa perfección de los pliegues. Sobretodo, logra transmitir recogimiento y admiración.
Un beso Carmen
De la muerte, al igual que de la vida, también surgen tesoros valiosos, como este poema que nos presentas y las imágenes que lo ilustran.
Besos
Has elegio un poeta extraordinario y que le sienta como una guante a la obra de la pintora que nos presentas. Una combinación que me encanta.
Un abrazo.
Como siempre, nos regalas otra joya. Me encanta Joan Margarit.
Un abrazo.
Gracias por compartir tanto el poema como esas preciosas pinturas
He descubierto tu blog. Me parece un espacio maravilloso y sensible. La sublimidad de este poema de Joan Margarit y las pinturas que muestras son un canto al ser humano creador...La esperanza de un mundo confuso
Un bello y a la vez turbador post. Un relato (poema) en donde el Ser sube la rampa que conduce al encuentro con el sentimiento que deja de lado la maravilla de la Vida para llegar al abrazo con la Muerte. El drama del Ser humano se patentiza de manera dramática logrando, en mi caso, el efecto de un sentimiento de angustia y de zozobra.
Las pinturas de la genial artista Nathalie Picoulet son un bello toque de arte que pone en el centro a la mujer, fuente de vida y creación.
Genial Carmen, bellamente genial!!!
Recibe mi abrazo.
Tengo nostalgia de algunas noches de junio...
Gracias por este regalo: no conocía el poema ni las ilustraciones.
Besos.
Preciosa combinación.
Te esperaba con ganas, al fin volviste!
Besos, Carmen
Querida Carmensabes, acabo de añdirte como mi noveno blog de favoritos, me atrae tu creación.
siroco
Buenas tardes, Carmen Sabes:
Echaba en falta estar un ratito en tu casa acogedora, con pinturas, poemas, música...
Siempre es agradable visitarte.
Te dejo un intento de haiku:
En la noche tú,
con tu bello turbante
de color, y yo.
Abrazos
Me parece un gran poeta. Besos, Carmen!
Gracias Carmen por tus post maravillosos. Al igual que Semi he descubierto, gracias a ti, a Nathalie Picoulet, su sensibilidad, sus matices, la luz y el color son una auténtica fantasía.
Bs
un maravilloso post que buena columna felicidades!!
hola que tal! estuve visitando tu blog y me pareció interesante, Me encantaría enlazar tu blog en los míos y de esta forma ambos nos ayudamos a difundir nuestras páginas. Si puedes escríbeme a ariadna143@gmail.com
saludos
Maravilloso! sin palabras, las imágenes geniales. Hermoso blog, saludos!
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saludos
Dª Carmen, perdone si me llego a su casa sin previo aviso, pero el fin es bueno. Quiero agradecerle su compañía el día de la presentación de mi novela y su colaboración en el genial post escrito por su hermana Dª Elena.
Además, decirle que lamento muchísimo no haber podido saludarla. Habrá otras ocasiones, espero.
Gracias por todo, espero poder darle pronto ese abrazo pendiente. Un saludo, Doñita.
Mágico!!! Abrazos.
Carmen:
¡Cuánta armonía en las imágenes! ¡Cuánto sosiego en la palabra del poeta! ¡Cuánta belleza más allá de los significados! Mas la vida y su frutal herrumbre, nos llama a la conciencia y nos sitúa en el umbral de las sombras. Cuanta belleza si, como dice Luis Chamizo en su poema “La nacencia”, ”… juéramos contentos!.”
Excelente y conmovedora entrada, te felicito.
Un saludo,
Cecilio
Imágenes bellísimas con textos de Margarit excelentes; y todo con un loable fin: homenajear a la mujer. Abrazos.
Magnifica obra de arte, bellisima.
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