- Como una ola de admiración precedía al fúnebre cortejo; antes de llegar la procesión a una calle, ya se sabía en ella, por las apretadas filas de las aceras, por la muchedumbre asomada a ventanas y balcones que «la Regenta venía guapísima, pálida, como la Virgen a cuyos pies caminaba.»
- No se hablaba de otra cosa, no se pensaba en otra cosa.
- Cristo tendido en su lecho, bajo cristales, su Madre de negro, atravesada por siete espadas, que venía detrás, no merecían la atención del pueblo devoto; se esperaba a la Regenta, se la devoraba con los ojos...
- En frente del Casino en los balcones de la Real Audiencia, otro palacio churrigueresco de piedra obscura, estaban, detrás de colgaduras carmesí y oro, la gobernadora civil, la militar, la presidenta, la Marquesa, Visitación, Obdulia, las del barón y otras muchas damas de la llamada aristocracia por la humilde y envidiosa clase media.
- Obdulia estaba pálida de emoción.
- Se moría de envidia. «¡El pueblo entero pendiente de los pasos, de los movimientos, del traje de Ana, de su color, de sus gestos!...
- ¡Y venía descalza! ¡Los pies blanquísimos, desnudos, admirados y compadecidos por multitud inmensa!»
Fotografía, China Hamilton
- Esto era para la de Fandiño el bello ideal de la coquetería.
- Jamás sus desnudos hombros, sus brazos de marfil sirviendo de fondo a negro encaje bordado y bien ceñido;
- jamás su espalda de curvas vertiginosas, su pecho alto y fornido, y exuberante y tentador, habían atraído así, ni con cien leguas, la atención y la admiración de un pueblo entero, por más que los luciera en bailes, teatros, paseos y también procesiones...
- «Y era natural; todo Vetusta, seguía pensando Obdulia, tiene ahora entre ceja y ceja esos pies descalzos, ¿por qué?, porque hay un cachet distinguidísimo en el modo de la exhibición, porque... esto es cuestión de escenario.» «¿Cuándo llegará?» preguntaba la viuda, lamiéndose los labios, invadida de una envidia admiradora, y sintiendo extraños dejos de una especie de lujuria bestial, disparatada, inexplicable por lo absurda. Sentía Obdulia en aquel momento así... un deseo vago... de... de... ser hombre.
- Fragmento de La Regenta
- Capítulo XXVI
- Leopoldo Alas Clarín
17 comentarios:
Maravilloso post nos entregas, que bello es viajar y compartir las artes con versos excelentes..
un placer siempre disfrutar de tus blog..
un abrazo con mucho cairño..
un beso
La España profunda; ¡ ya lo creo!
Impresiona el cuadro de Olano,con esa mirada y pos entre devota y enloquecida ...
Y fantástico el segundo, con ese perro irreverente. MUY BUENOS!!!!
Está bien recordar hoy esta escena de La Regenta. Qué bien domina Clarín su pluma, cómo es capaz de retratar a Ana Ozores, dolor y sensualidad en un ambiente "religioso" (en realidad critica también veladamente la falsa piedad de la Semana Santa: es magistral).
El cuadro de Solana, impresionante. El de las beatas y el perro de Díaz Olano... muy bueno, buenísimo, no sólo por su dominio técnico y su belleza plástica, sino por su intención.
"Feliz" Semana Santa, que disfrutes del dolor y la sensualidad de estas fiestas, un placer para pocos.
...uno de los pasajes más sensuales de la novela española del siglo XIX, sin duda...
Excelente novela decimonónica que retrata las miserias de una sociedad provinciana dominada por la opresión social y religiosa. El post fantástico.
Besos!!
Un post precioso, Carmen. Siempre me gustó esta novela.
Un beso.
Soledad.
Querida Carmensabes:
Precioso y exquisito fragmento del maestro Clarín. ¡Ah, la hipocresía de la sociedad vetustense! No hay un retrato mejor de la jauría humana. Tu selección pictórica, mezcla de religiosidad y placeres prohibidos recogen en imágenes la esencia del texto: maravilloso.
Un abrazo.
¡La Regenta de mis dolores y de mis placeres!. Obligada a leer el libro en el bachillerato, aburrida y tediosa lectura que se escapaba de mis dedos y de mi cabeza. No etendía, no sabía, no quería... pero debía. Leer por deber, deber de leer... Con el paso de los años yo tb cometí el error de "mandar" lecturas, obligadas... aunque ligeras, cercanas y, creo yo, adecuadas a la edad.
Con el tiempo retomé el libro porque me dejó un regusto raro y descubrí, todo su contenido y continente. Nuestra reconciliación sólo pudo venir con el tiempo.
Los cuadros... me gusta el desnudo, retrata al personaje de Ana, en cuerpo y alma.
Un beso Clarinero
La Regenta, un prodigio de realismo.Los personajes están deshuesados hasta el sin fin. De todos modos el realismo no es mi fuerte. Es simpre un placer leerte y aprender con cada post nuevo. Saludos.
Paso por tu blog para saludarte afectuosamente y a la vez felicitarte por el excelente trabajo que te has dado para compartilo.
Un abrazo para tí y te apunto en mi itinerario.
A. Navero
La Regenta, me ha traído recuerdos del club de lectura 5X5.
Una joya que no hay que perderse.
Es una delicia pasear entre tanto arte.
Un abrazo
Me ha hecho especial ilusión llegarme hasta aquí y hallar en tu entrada dos motivos de satisfacción: Primero porque La Regenta es uno de los menos de 30 libros que tengo en una estantería aparte de los otros cientos de volúmenes que componen mi biblioteca. Que lo cites, me parece un acierto.
Y, después, porque hay dos imágenes de Díaz Olano, para mí uno de los pintores vascos más significativos de una época, y cuya obra conozco bastante bien, porque gran parte de ella está en el Museo de Bellas Artes de Vitoria, donde resido.
Ahora suena Mandy... jajaja! Eso me trae algún que otro recuerdo. En fin... Una gozada llegarse hasta aquí. De verdad.
Un abrazo, Carmenchu.
Escepcional, maravilloso, una eleccion estupenda, sensual y hermosa, continua de esta manera, el mundo necesita belleza mas que respirar,salu2
Bonito recordar La Regenta y
acompañada de fantásticos cuadros.
¡Bonito post!
Buen fin ...de Semana Santa!
Un fuerte abrazo.
CALAMANDA
Felices Pascuas Carmencita, desde Guayaquil Ecuador para ti y todos tus lectores.
Continua publicando cosas bellas e interesantes.
Dios te bendiga por siempre.
Atte,
Conspicuo08
Hola Carmen, gracias por tu comentario en nuestro blog de El Pais, tenemos el mismo blog en blogger: http://elsexonocae.blogspot.com
Te felicito por el tuyo, es un homenaje al arte.
Un beso
Como siempre magnífica. Muy acertada tu entrada, adecuada al momento. Tengo la sensación de que no ha pasado el tiempo desde que Clarín escribió La Regenta. Sigue habiendo muchas Anas y muchas Vetustas ciudades... Solo que ahora lo vemos "con naturalidad" por la televisión.
Gracias Carmensabes.
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