- Queridos amigos:
- En esta ocasión sucumbo ante el mundo clásico y mágico de Nelson Simón, poeta cubano nacido en el año 1965.
- Este brillantísimo escritor nos ofrece un viaje extraordinario a la Roma antigua a través de "Ragazzo", y ello es así porque de la mano de este joven, broncíneo, delineado, equilibrada proporción de formas y volúmenes, encontramos las líneas perfectas del clasicismo.
- Pero no es un viaje al mármol, a la perfección de la estatua, sino una escapada descarada, prohibida, desinhibida al interior de las formas que tanto hemos contemplado en los monumentos y admirado en su estatismo.
- Ragazzo, amigos, es el templo hecho carne, El Templo de la Sibila, en cuyo interior Nelson Simón encuentra los labios de los muchachos que agasajaron el Coliseo nocturno con la vibración de su cuerpo. y nosotros, los lectores, asistimos al temblor y a la sacudida de la adivinación del oráculo.
- Ragazzo es el deseo actual de los que aman la carne sabia, instruida, adorada por los dioses.
- Mezcla atrevida y sicalíptica de carne y cuerpo, de talla y labor en sus ojos, en su pecho, en su ombligo, en el nacimiento de la llave del Imperio romano, en sus piernas imponentes, y en sus manos, las que han sabido atravesar el espejo de los siglos.
- Espero que disfrutéis de este viaje a la construcción del mundo, al éxtasis de la belleza del deseo de la mano de un joven que atraviesa el tiempo, llámese Adriano, Fabrizzio, Giuseppe, o Giuliano...
- Salve ragazzo!
RAGAZZO
- La palabra ragazzo, no tiene traducción: lo aprendí bajo la luz intensa del verano de Roma, aún fascinado por el mármol piadoso de la fuente de Trevi; mientras recorría, -invisible y absorto- Piazza Venezia.
- Perdido en la conversación sin sentido que sostienen los turistas; cansado de admirar los estragos del tiempo que hace polvo la carne y silencio la piedra, me senté en un banco a ver cómo la tarde descendía hacia el Trastévere. Con ella, envuelta en sus pañales, iba mi alma, y alguna ilusión vana como el país del que había llegado. (Por entonces había comprendido que la isla siempre habrá de dolernos como un cardo, que, pobre, se enquista en nuestro pecho).
- La palabra ragazzo, no tiene traducción: no la busquéis en vano en los diccionarios, no preguntéis por su significado ni en las plazas más nobles, ni en las sórdidas tabernas donde el humo del tabaco y el olor de la cerveza, se entrecruzan como un cisne invisible que te empuja hacia la tentación.
- Los sensuales muchachos de La Habana,
- abiertamente tristes como sus playas,
- nunca podrán ser nombrados con la palabra ragazzi.
- Los alegres chicos de Andalucía, con labios
- que se ofrecen cual carnosas olivas,
- nunca van a reír con la dulce perversidad
- de un ragazzo. Los modernos jóvenes de Nueva York,
- con sus músculos perfectos como el acero que sostiene a su ciudad,
- no pueden abrazar con esa pasión antigua,
- mezcla de sangre
- y lirio tostado por el sol mediterráneo,
- que arrastran los ragazzi.
- El ragazzo se sentó a mi lado en el sencillo banco de Piazza Venezia, y la ciudad de Roma, hasta entonces sólo esplendor de ruinas y de sueños, fue otra de repente. Tuvo el misterio y el glamour que yo había imaginado para ella.
- Habló y apenas pude comprender,
- al extender su mano, firme como los puentes que atravesamos,
- que me invitaba a andar,
- cuando junto a la tarde descendimos hasta el Trastévere.
- Vimos pasar los botes y algún pájaro gris, cual fantasmas románticos.
- Sentimos en nosotros el aroma culpable de los hombres
- que antes se habían amado junto a las calmas aguas.
- Nunca dejé su mano. Nunca dijo su nombre ni quise preguntarle.
- Pudo llamarse Adriano, Fabrizzio, Giuseppe, o Giuliano:
- nombres que siempre dejarían su música en el esmalte de mis dientes.
- Su perfil me acompaña aún como las imágenes de esos jarrones
- que he visto en los museos. Su boca me sigue recordando
- la luna atada sobre el Trastévere. Su pelo descuidado,
- su cuerpo perfecto y dispuesto
- solo pueden caber en esa palabra intraducible: ragazzo.
- Yo aprendí aquella tarde lo que ya Pasolini
- había visto en los pepillos romanos,
- lo que le hacía vivir, cada noche, al borde del abismo,
- siempre dentro del puño pálido y seductor de la muerte.
- Nelson Simón (Pinar del Río, Cuba, 1965)
- Poeta, escritor para niños y editor.
- Cuenta con una extensa obra publicada en la que se destacan los poemarios Ciudad de nadie ( Editorial Loynaz, 1992 y 2008), El peso de la isla (Editorial Loynaz, 1994 y 2002), Con la misma levedad de un naúfrago (Editorial Letras Cubanas, 1996) y A la sombra de los muchachos en flor, premio Julián del Casal 2000 y Premio de la Crítica 2001 (Editorial Unión, 2001 y 2002).
- Obtuvo la primera mención de poesía en el premio Casa de las Américas 2008, por el poemario inédito, <<In vitro>>
26 comentarios:
La sutilidad y fragilidad de sus palabras choca brutalmente con la realidad que esconde abiertamente sus intenciones.
No lo conocía. Me gusta.
Lo acompañas de una muestra escultórica que me trae buenos recuerdos.
Un abrazo
Nada, nada, me quedo con la belleza de las estatuas de mármol a pesar de su frialdad. Si busco la belleza prefiero un mármol que un cuerpo humano, estos me remiten siempre a sus males y, en el mejor de los casos, a su deterioro.
Disculpa mi materialismo y vulgaridad, la piedra es la piedra.
salud
Francesc Cornadó
Bello ragazzo! Me gusta Álvarez Cebrián . Vaya descubrimiento, gracias!!
Besos, guapa!
Nunca se debe sucumbir ante un poeta, por mucho que su mundo sea clásico y mágico, incluso por mucho que sea sináptico, (o sea, lascivo).
Yo sería capaz de sucumbir por ti, pero no por un poeta.
De hecho, no es mi estilo, lo siento. Me ha llamado mucho más la atención la belleza de las esculturas y pinturas que nos muestras que el propio relato.
Lo lamento. Debe ser falta de sensibilidad para ciertas cosas.
¿Me perdonas?
Besos.
Yo si he sucumbido, y me he rendido frente a la sensualidad carnosa de su prosa. He sucumbido como el poeta frente a un ragazzo. El cuerpo perfecto seduce por su belleza.
Un beso Carmen.
Me fascinan las pinturas... sabes enlazar las letras con ellas..
Un gusto de verdad pasar por tu espacio.
Un abrazo
Con mis
Saludos fraternos de siempre...
Es la primera vez que lo leo y ya su apasionamiento me ha calado.
Hay palabras que jamás tendrán traducción, porque están hechas solo para ese idioma.
Besos
Logra transmitir absolutamente lo que para él significa ragazzo. Antes de que lo nombrara, ya pensé en Pasolini. Y también en Fassbinder.
Un abrazo, querida Carmen, te extraño cuando tardas.
Preciosa entrada, querida amiga Carmen. Enhorabuena.
Besos.
Sensibilidad, respeto y delicadeza con fotos y texto que me han encantado. Un abrazo.
Otro descubrimiento, ¡gracias!
Dicen que es el más sublime que existe, el amor de que hablan los griegos, el amor entre un hombre madura y un... "ragazzo".
Besos
De tus entradas siempre se aprende y se goza. Te puede gustar más el pintor o el poeta, pero siempre hay algo que no te deja indiferente.
En este caso, mis preferencias van por García Cebrián. Lo descubres, entras en su página web y encuentras a un estupendo dibujante con buenos retratos y estupendos óleos de entre los que hay dos que me han gustado especialmente: una cafetera italiana con un sutil fuego de butano y unos amorosos caracoles que también hubieran podido ilustrar esta entrada (¿te gustan los caracoles Antonino? preguntaba maliciosamente Craso, al que pretendía que fuera su ragazzo, en Espartaco).
Sin olvidar la estupenda introducción que haces del artista elegido que queda, como mínimo, a su altura.
Otro capricho, un palabro que, no sin traviesa intención, pones en cursiva para que se repare en él: “sicalíptico”.
Para el que, como a mí, haya sido pillado en fuera de juego:
Sinónimos: Indecoroso, impúdico, libidinoso, concupiscente, lascivo, pecaminoso, escandaloso, desvergonzado, relajado, procaz, profano, licencioso, libertino, escabroso, verde, liviano, pornográfico, obsceno, lujurioso, sensual, erótico, sexual, pícaro, pillo, descocado, descarado, atrevido.
La etimología, - del griego sykon (higo) y aleipsis (frotar, untar) - “Frotar el higo”, no puede ser más “cachonda” en el doble sentido de la palabra (jocosa y sicalíptica).
Lo dicho: se aprende y se goza.
Un saludo
Perdón, Álvarez Cebrián, no García.
Muy buena la combinación de la frialdad de las estatuas marmóreas y los dibujos clásicos con las cálidas palabras de Nelson Simón. Me gusta la palabra Ragazzo. Un cordial saludo.
Espectacular introducción a la obra de este sigular sicalíptico cubano no exenta de belleza. Un abrazo
Qué ganas de viajar a Roma de la mano de la pasión y del amor, de los labios, de las manos, de los ojos, de los locos devaneos por la ciudad jugando al escondite con la persona que refleja toda la belleza del Barroco, del Renacimiento, y atrás más atrás: la artesanía de los romanos, los poemas de Catulo, los templos, las columnas, los arcos...
Bendito ragazzo, yo sucumbo vehemente y apasionadamente a Nelson Simón, grande. Vida a raudales, llama pura, ragazzo puro.
Roma pura.
Increíbles pinturas, las que sueñan con amores terribles, con el ragazzo que no ha pasado al olvido...
Besazos. Hermosa, hermosíma entrada.
En Roma todo se ve con otros ojos; el aire está cargado de arte, de pasión, de un "algo" fascinante que te lleva hacia otro mundo. Nelson Simón sucumbe a esta pasión y se deja envolver y llevar por el olvido de todo lo demás.
Un fuerte abrazo
Me ha eclipsado el contraste de la frialdad de las estatuas a la calidez de las palabras de este poeta, desconocido para mi. Me ha gustado mucho su sensibilidad y la manera con que te envuelve con sus palabras.
Enhorabuena de nuevo querida amiga. Tu texto está totalmente acorde a la obra que hoy nos traes y tu gusto por las pinturas.
Un fuerte abrazo
Qué hermoso regalo; gracias. Abrazos.
Tu delicadeza en todas las entradas que realizas me hacen estar pendiente de tu Blog. Recuerdo con emoción la entrada que hiciste sobre Ernesto. Me diste la idea para poner en mi blog un homenaje a un compañero que la muerte se llevo sin esperar y en silencio
Gracias por tu blog
Entonces la palabra ragazza tampoco existe y su significado en estas letras, ni me atrevo a soñarlo.
Besos corazón
Mi querida Carmen, estos ragazzi de sangre y lirio tostado que nos traes de la mano de este poeta cubano, nos dejan el corazón abierto a la emoción que debe sentir un hombre cuando se acerca a uno de estos jóvenes, que evocan el esplendor de la antigua Roma y son herederos de sus genes y de su aliento secular y también de la sexualidad que se vivía en aquellos días y que revive ahora en las plazas y calles de la Ciudad Eterna, esa joya de la historia y la libido.
Me han encantado estos versos aderezados con tan bellas fotografías de obras de arte, que hacen de tu entrada no sólo una puerta abierta al mundo de la cultura, como nos tienes acostumbrados, sino también al amor, al sexo y por ende, a la vida.
Un beso grande y muy feliz semana, mi culta amiga.
Ah, se me olvidaba, qué coincidencia, justo hace unos días que encontré en la red la ilustración de Walter Beach Humphrey que has colocado como cabecera de título de tu blog. Por supuesto, me la guardé, porque es preciosa, te ha quedado genial.
Hay que quitarse el sombrero para hacer la reverencia. Cuanto arte Dios.UD es una artista debo reconcerlo. Cuanta belleza la felicito.cunaod uno ve esto entinde por que Dios Existe..
¡Ánimo Carmen, que te veo ultimamente un poco apagaducha!
¿Dónde está esa explosión de luz y felicidad que había en textos e imágenes?
Besos mil.
Me he quedado fascinado con las imágenes tan bonitas que he visto en este blog.
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