Sumerjámanos hoy en la lírica egipcia, trasportémonos a una cultura exquisita, que tanta atracción sentimos muchos al contemplar su arte, y leamos estas palabras sensuales y hermosas que han perdurado y nos transportan por momentos a tan admirada cultura milenaria.
“¡Ay de mí, hace siete días que no veo a mi amada!
La melancolía me abate sin piedad.
El corazón se ha vuelto lento y pesado,
hasta de vivir me he olvidado.
Los médicos se acercan con buenas intenciones
pero sus remedios de nada me valen.
Los magos no encuentran recursos,
Mi enfermedad no puede ser descubierta.
Mi amada princesa es para mí el mejor de los remedios.
Para mí es mejor que una fórmula mágica,
su presencia es mi amuleto.
Cuando abre los ojos, mi cuerpo rejuvenece,
Cuando habla, me siento fuerte,
Cuando la tomo entre mis brazos, se aparta de mí todo mal.
¡Hace ya siete días que se alejó de mí!”
Pintura mural de la tumba de la reina Nefertari, esposa de Ramsés II (valle de las Reinas)
Hay algo mas dulce que en esta hora?
Cuando estoy contigo, y tu me robas el corazón
Por que no hay abrazo mas cariñoso cuando me visitas
Y nos entregamos juntos al inmenso placer?
Si tu deseas acariciar mis muslos
Entonces te ofreceré mis senos —que no nos separaran ya mas
Y si te marchas por que estas hambriento?
Acaso eres esa clase de hombre preocupada por su estomago?
Si te marcharas por que necesitas ropa que ponerte?
Aquí te ofrezco mi pecho de fino lino
Si Te marcharas por que quieres algo de beber?
Aquí te ofrezco mis senos, llenos a punto de desbordar para ti
Glorioso es el día de nuestros abrazos
Que atesoro en cientos de miles de millones
Tu amor se marcho y atravesó mi cuerpo
Como miel en el agua
Como una droga en especias mezclada
Como el vino diluido en el agua
Oh. Tu que deberías correr a ver a tu hermana
Como una carga en el campo de batalla, como el toro corre al pasto
Desde el cielo nos enviá amor como la llama se extiende sobre la paja
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